lunes, 4 de febrero de 2008

Recuerdos de pensión

Era un reloj desierto

y el escándalo gris de las paredes.

La anemia de un silencio

resbalaba en el mate, sorbo a sorbo,

(un alternar de yerba y nicotina,

pensando en cosas viejas ).

Y había una epidemia sin espejos

con el miedo entre líneas,

jugando en la ventana las ganas de volar

y de quedarse.

A veces, por las noches,

subía desde el patio

la melodía triste de una canilla abierta……

Cómo ocurrió la vida ?

Qué destino tramposo me sujetó las ganas ?

Aquellos años rotos

fueron como un aviso de la muerte.

La tumba de alquiler – siempre atrasado –

y el gallego constante.

Y las horas de andar sin una tregua

por el hambre del pan que no se puede……

Cómo ocurrió la vida ?

Nunca supe qué día,

pero fue como un sueño, que termina despacio.

Una mañana

se me plantó en los ojos otro cielo.

Otro mundo.

Una manera nueva de entenderme conmigo.

Todo estaba esperando.

Porque sí.

Voluntario.

Sin protesta.

Sin luto.

Entonces se hizo claro el único misterio

que valía la pena conocer para siempre :

La pieza no existía.

Yo mismo fui mi propia celda.

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